El término erotismo candidcreeps videos (del griego ἔρως: érōs) designaba originalmente al amor apasionado unido con el deseo sexual, sentimiento que fue encarnado en el dios Eros. Tiene una relación evidente con la sensualidad, con la sexualidad y con las capacidades de atracción entre los humanos.1
En castellano y en otros idiomas modernos, el término «erotismo» es una palabra compleja que puede tener 2 sentidos, ya que queda definida por dos conceptos diferentes, con lo que se puede hablar de dos tipos diferentes de erotismo conforme el sentido que lo define:
Por un lado, por la picardía (entendida como acción o dicho en el que hay malicia o bien atrevimiento, si bien no una clara insinuación) y la propia insinuación, al cual puede designarse como erotismo poético o bien erotismo romántico, y se comprendería como una contestación a la busca de interacción social.
Por el otro lado, por la pornografía, al que podríamos llamar erotismo sexual, ya que estaría relacionado directamente con los preludios del acto sexual (específicamente, con los juegos sexuales), con los que se pretende desarrollar la excitación de la pareja y la lubricación de los órganos genitales, lo cual facilita el coito y otros tipos de comportamientos sexuales.
Los términos erotismo y sensualidad están muy relacionados, aunque no signifiquen lo mismo, debido a que tienen una enorme conexión entre sí, pues los dos hacen referencia a buscar atraer e incitar a otras personas. El erotismo va más allá de la sensualidad, dado que entiende expresiones faciales complejas, acciones corporales y manifestaciones verbales. Lo que quiere decir que abarca señales sonoras o visuales especializadas y simbolizadas por el lenguaje. El erotismo puede adoptar mayor o menor tendencia a la sexualidad, en función de la amedrentad y de la intencionalidad con que se emplee.
El erotismo puede verse tanto en algo completamente sutil y también inocente (una mirada profunda y sostenida en un instante inopinado, pasar a la vera de la persona deseada y murmurarle algo bonito al oído, rozarla como “sin querer”), como en algo profundamente íntimo y sexual (ser sorprendido por la pareja al llegar a casa y encontrarla con un conjunto muy sensual, preparada para ofrecer una noche interminable).
Por tanto, es posible decir que el erotismo es más un comportamiento cultural que sexual. No es posible rebajar al erotismo todo lo relacionado con la sexualidad y con el acto sexual físico o, de la misma manera, descontextualizarlo de la fase de relación interpersonal en que se dé, sea esta social (fase del galanteo y capacitación de la pareja) o íntima (actividad precopulativa).1 Además, es bastante difícil concretar un rasgo que distinga meridianamente el adjetivo erótico de los que lo flanquean en una escala valorativa continua (de términos coloquiales o bien técnicos) que todo humano emplea cotidianamente y que entendería, de menor a mayor carga polémica: travieso-picante-erótico-impúdico-soez-porno-etcétera.